Acciones preferentes contra acciones ordinarias
- Acompañamiento Patrimonial
- 4 sept 2023
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Acciones preferentes frente a acciones ordinarias
Las acciones ordinarias también conocidas como acciones comunes, estas acciones otorgan a sus propietarios derechos de voto en las decisiones de la empresa. En general, cada acción ordinaria da derecho a un voto en las juntas de accionistas, lo que significa que los inversores pueden influir en la elección de la junta directiva y en otras políticas corporativas. Además, los accionistas comunes generalmente tienen derecho a recibir dividendos, si la empresa los distribuye, y a recibir una parte de los activos si la empresa se liquida.
Las acciones preferentes no otorgan derechos de voto. Los propietarios de acciones preferentes tienen prioridad en el pago de dividendos sobre los accionistas comunes, lo que significa que recibirán dividendos antes que los propietarios de acciones ordinarias. También tienen una posición más segura en caso de quiebra, ya que recibirán su parte antes que los accionistas comunes si la empresa se liquida. En México, las acciones preferentes son como una especie de híbrido entre acciones y bonos, ya que proporcionan ingresos regulares y cierta protección.
Contenido clave
Los propietarios de acciones preferentes obtienen prioridad en el cobro de dividendos. Esto significa que recibirán sus pagos antes que los propietarios de acciones ordinarias.
Si la empresa entra en problemas y necesita liquidarse, los propietarios de acciones preferentes serán los próximos en la fila después de los acreedores y los tenedores de bonos para recibir su parte.
Los propietarios de acciones ordinarias tienen voz y voto en la empresa. Pueden influir en las decisiones importantes y votar en las juntas de accionistas.
Las acciones preferentes brindan prioridad en los dividendos pero no dan voz en las decisiones de la empresa, mientras que las acciones ordinarias ofrecen voz y voto, pero están al final de la fila cuando se trata de recibir pagos en efectivo.
Acciones preferentes
Las acciones preferentes son como los boletos VIP de un concierto. Los propietarios de acciones preferentes no tienen derecho a voto en las decisiones de la empresa, lo que significa que no pueden influir en quiénes son elegidos para la junta directiva o en otras políticas importantes de la empresa. En lugar de ello, estos inversores suelen recibir un dividendo fijo, como un pago regular de interés en un bono, y esto es más o menos garantizado mientras mantengan sus acciones preferentes.
El rendimiento por dividendo de una acción preferente se calcula como el monto en pesos del dividendo dividido por el precio de la acción preferente. Este dividendo generalmente se basa en un porcentaje fijo del valor nominal de la acción preferente antes de que comience a cotizar en el mercado. A diferencia de las acciones ordinarias en México, que pueden o no pagar dividendos y cuyos montos pueden variar, las acciones preferentes ofrecen una mayor seguridad de ingresos.
Al igual que los bonos, las acciones preferentes en México también pueden verse afectadas por las tasas de interés. Cuando las tasas de interés aumentan, el valor de las acciones preferentes puede disminuir, y cuando las tasas bajan, su valor puede aumentar. Por otro lado, las acciones ordinarias en México se ven más influenciadas por la oferta y la demanda en el mercado de valores.
Acciones ordinarias
Las acciones ordinarias son como la entrada estándar a un concierto. Son el tipo de acciones en el que la mayoría de las personas invierte y posee. Cuando la gente habla de invertir en la bolsa de valores en México, generalmente se refiere a las acciones ordinarias.
Las acciones ordinarias representan una parte de propiedad en una empresa y vienen con ciertos derechos. Los inversores que poseen acciones ordinarias tienen derecho a recibir una parte de las ganancias de la empresa, generalmente en forma de dividendos. Además, tienen derechos de voto que les permiten influir en la elección de la junta directiva de la empresa y en decisiones importantes de gestión. En otras palabras, los accionistas ordinarios tienen cierta influencia en la dirección de la empresa en la que han invertido.
Las acciones ordinarias en México tienen un potencial de ganancias a largo plazo, pero también están expuestas a riesgos. Si la empresa tiene éxito y genera ganancias, el valor de las acciones ordinarias puede aumentar con el tiempo, lo que permite a los inversores beneficiarse de ese crecimiento. Sin embargo, si la empresa enfrenta dificultades o tiene pérdidas, el valor de las acciones ordinarias puede disminuir, lo que podría resultar en pérdidas para los inversores.
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